La mantelería, como debe ponerse en la mesa

Cuando se celebra una comida o cena formal con muchos invitados, ya sea en un salón o en un espacio particular, se debe tener en cuenta cómo se deben poner los manteles en la mesa. Los colores, los tejidos y la forma de colocación son muy importantes para que el espacio se vea bien vestido.

Antes de colocar el mantel elegido habrá que proteger la mesa con una tela acolchada o afelpada que sirva para evitar que si se derraman líquidos la mesa absorba la humedad. Los accidentes más comunes en una celebración son las manchas en el mantel y las copas volcadas.

En referencia a los colores la mantelería tradicional o clásica es la de colores claros, crema o blanco, que se suelen colocar con un gran mantel que cubre toda la superficie de la mesa. Hoy en día los salones y caterings tienen amplias colecciones de manteles para que los anfitriones elijan los que consideren más acordes o los que son más adecuados según el tipo de evento y el momento del día en el que tenga lugar la celebración.

Los eventos elegantes que se celebran de día, además del blanco y el crema que hemos mencionado anteriormente, pueden emplearse otros colores como el verde oscuro para contrastar, el azul marino, el color hueso o el marfil. Resulta muy atractivo que los colores fuertes contrasten con la vajilla blanca o de un color uniforme.

Si el evento tiene lugar por el día pero se celebra al aire libre se pueden utilizar mantelerías con estampados florales o colores vivos que combinen con la alegría y la naturaleza del entorno, ya que son muchos los patios y jardines donde se celebran eventos.

Mantelería oscura para bodas

Los eventos que se celebran por la noche permiten elegir mantelería en tonos satinados como el dorado, ocres, beig o blanco. Será la iluminación, las velas y la decoración los que se encarguen de crear una atmósfera cálida.

Para los manteles se pueden usar diferentes tejidos, como el damasco, el encaje o el lino. En el caso del encaje siempre es preferible colocar una tela debajo de un tono suave para que resalten los calados del encaje. Siempre es imprescindible combinar los colores con los de la vajilla.

El mantel escogido deberá de colgar por los lados casi hasta llegar al suelo. También cabe la opción de colocar dos manteles, un mantel principal que llegue hasta el suelo (bien de color blanco o del tono que se elija) y un mantel más corto que haga contraste con el color principal.